Mazda y Bose comenzaron a trabajar juntos hace 30 años en el Mazda RX-7 de tercera generación.
La asociación fue diseñada para mejorar la experiencia de conducción a través de una calidad de sonido excepcional.
Las empresas desarrollaron muchas soluciones de audio únicas para los modelos Mazda a lo largo de los años.
1991 marcó el inicio de una asociación tecnológica que abarcaría tres décadas hasta ahora y numerosos modelos de automóviles. Desde que Mazda y Bose comenzaron a trabajar juntos en el Mazda RX-7 de tercera generación hace treinta años, las dos compañías han continuado colaborando en soluciones innovadoras de sonido premium que contribuyen a una experiencia de conducción superior. En conjunto, el poder del sonido y el placer de conducir brindan una experiencia de cliente excepcional y atractiva que permite a los pasajeros sentir todos los detalles acústicos y el impacto emocional de un concierto en vivo dentro de su propio automóvil.
El Mazda RX-7: donde empezó todo
Bajos potentes y sonido impactante: estos eran los requisitos que se habían fijado los ingenieros de audio que trabajaban en el Mazda RX-7 FD. En la búsqueda de un rendimiento de audio excepcional que pudiera igualar estos estándares premium, el equipo de Ryoji Oe encontró el sistema Acoustic Wave Cannon de Bose. El sistema de reproducción de graves que comprende un tubo de 3,6 metros de largo con un woofer de alta potencia en el interior proporcionó exactamente lo que Mazda estaba buscando, y las dos compañías se pusieron a trabajar para integrar la tecnología de los altavoces en el automóvil. Y aunque la tarea parecía insuperable al principio, un ingenioso sistema de pliegues y curvas permitió a los ingenieros de Bose y Mazda empaquetar el tubo largo en la parte trasera del automóvil sin comprometer el espacio o la calidad del sonido. “La tecnología de guía de ondas acústicas y el RX-7 hicieron que la música no tuviera ningún esfuerzo”, recuerda Mike Rosen, ingeniero principal de Bose Automotive Systems, que participó en el proyecto; un éxito que dio inicio a la misión en curso de brindar un sonido superior a muchos más modelos de Mazda.
El Mazda MX-5: de arriba hacia abajo, sube el volumen
Un hito particularmente desafiante en esta carretera fue el modelo más icónico de Mazda hasta la fecha, el Mazda MX-5. Proporcionar una gran calidad de sonido para los autos convertibles cuando la capota está baja había sido un desafío para los fabricantes de equipos originales y los diseñadores de sonido de todo el mundo, pero Mazda y Bose encontraron una solución innovadora. Un interruptor de ecualización ajusta automáticamente la configuración de sonido cuando la capota está hacia abajo, y los altavoces UltraNearfield integrados directamente en los reposacabezas de los asientos permiten una experiencia auditiva envolvente incluso cuando el techo está abierto. Además, la tecnología de compensación de ruido AudioPilot de Bose monitorea continuamente el entorno de ruido y ajusta automáticamente la reproducción de audio a cualquier cambio de circunstancias, como el ruido de la carretera y el viento. De esta forma, el conductor puede centrar su atención en la música y la experiencia de conducción sin necesidad de realizar ajustes manuales.
Mazda MX-30¹: sube los graves
La última generación de automóviles Mazda vio otro gran avance en la colaboración de treinta años: en casi todos los modelos desde el Mazda3 2019, los woofers se movieron desde los paneles de las puertas al lado del capó por encima del panel de protección. Esta nueva ubicación no solo libera espacio para los bolsillos de las puertas más grandes, sino que también contribuye a una mejor experiencia de sonido, ya que la energía de los graves se refleja en el piso, el cortafuegos y el área del panel de protección simultáneamente. Este efecto de carga en las esquinas crea una reproducción de graves rica e impactante que no es ni dominante ni propensa a vibrar. Además, los recintos de graves del lado de la cubierta se complementan con un subwoofer adicional en la parte trasera para “igualar” el rendimiento de baja frecuencia en toda la cabina. La nueva configuración, acertadamente llamada BassMatch, muestra todo su potencial en el Mazda MX-30 totalmente eléctrico: debido a que no hay sonido del motor, el conductor y los pasajeros pueden experimentar aún más detalles y una experiencia de audio más rica que nunca.
Desde el primer proyecto hasta este último ejemplo, la colaboración entre Mazda y Bose se ha caracterizado no solo por el ingenio de la ingeniería, sino también por un espíritu afín entre las dos empresas: una pasión por superar los límites de lo que es posible y una creencia compartida de que la prima Las soluciones requieren un enfoque audaz y poco convencional. Eso es también lo que impulsará los proyectos conjuntos en los próximos años: personas con pasión que luchan por soluciones únicas hacia un objetivo común: la conexión perfecta entre el automóvil, el conductor y la música.